Mentiras que matan (Wag the dog, Estados Unidos (1997), subtitulada en castellano). Dirección: Barry Levinson. Actuaciones de Robert De Niro, Dustin Hoffman, Anne Heche, William H. Macy, Denis Leary y Kirsten Dunst. Guión: Hilary Henkin y David Mamet (basado en la novela American Hero, de Larry Beinhart). Música: Mark Knopfler. Fotografía: Robert Richardson. 97 minutos. Sólo apta mayores de 13 años.
Género: comedia/drama
Calificación: 9
Algunas veces pareciera ser que todo vale cuando se trata de salvar la imagen de un Presidente que está a sólo once días de enfrentarse a su reelección y que imprevistamente debe enfrentar un escándalo mediático –que perjudica su ventaja en las encuestas– debido a una grave acusación por abuso sexual.
El país en cuestión es Estados Unidos. La necesidad de distraer a la población lleva a que los más encumbrados empleados de la Casa Blanca decidan montar una noticia ficticia que desvíe la atención de los medios hasta el día de los comicios.
Para cumplir con el objetivo recurren a los servicios de Conrad Brean (Robert De Niro) y del famoso productor de Hollywood Stanley Motss (Dustin Hoffman). Dispuestos a cambiar el tema de debate en los medios y en la ciudadanía estadounidense, deciden “actuar” una guerra con Albania con el justificativo de que es un país poco conocido y de que una guerra tiene un magnetismo capaz de hacer olvidar todo.
El guión está basado en la novela American Hero y tiene muchos puntos en común con el escándalo sexual sucedido durante el gobierno de Bill Clinton. Las actuaciones brillantes (sobre todo Hoffman y De Niro), y la basta experiencia de Barry Levinson como director, hacen que la película atrape desde un principio. La oscuridad con la que empieza a tejerse la estrategia que posiblemente salve al Presidente, es un espejo de la penumbra en la cual finalizan los principales personajes del film.
Género: comedia/drama
Calificación: 9
Algunas veces pareciera ser que todo vale cuando se trata de salvar la imagen de un Presidente que está a sólo once días de enfrentarse a su reelección y que imprevistamente debe enfrentar un escándalo mediático –que perjudica su ventaja en las encuestas– debido a una grave acusación por abuso sexual.
El país en cuestión es Estados Unidos. La necesidad de distraer a la población lleva a que los más encumbrados empleados de la Casa Blanca decidan montar una noticia ficticia que desvíe la atención de los medios hasta el día de los comicios.
Para cumplir con el objetivo recurren a los servicios de Conrad Brean (Robert De Niro) y del famoso productor de Hollywood Stanley Motss (Dustin Hoffman). Dispuestos a cambiar el tema de debate en los medios y en la ciudadanía estadounidense, deciden “actuar” una guerra con Albania con el justificativo de que es un país poco conocido y de que una guerra tiene un magnetismo capaz de hacer olvidar todo.
El guión está basado en la novela American Hero y tiene muchos puntos en común con el escándalo sexual sucedido durante el gobierno de Bill Clinton. Las actuaciones brillantes (sobre todo Hoffman y De Niro), y la basta experiencia de Barry Levinson como director, hacen que la película atrape desde un principio. La oscuridad con la que empieza a tejerse la estrategia que posiblemente salve al Presidente, es un espejo de la penumbra en la cual finalizan los principales personajes del film.
Juan Manuel Santoro
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